El origen de esta raza española se remonta a los campos del Pirineo Aragonés cuando era empleado en el pastoreo y como trashumante. Actualmente se sigue empleando en el control del ganado y además es un perfecto vigilante de personas y haciendas.
Su carácter es dócil, noble y cariñoso aunque con los extraños puede mostrar una actitud aguerrida y valiente. Asimismo, su comportamiento con otros perros es conciliador y no “empieza” alguna bronca, aunque en la lucha es un animal muy diestro debido a que antiguamente se enfrentaba con lobos.
En apariencia presenta una gran robustez en su masa corporal lleno de fuerza. Sin embargo, no debe subestimarse pues a pesar de eso también es ágil y flexible.
Finalmente, es un perro de raza grande pues los machos alcanzan a medir entre 77 y 81 cm, mientras que el tamaño de las hembras pueden oscilar entre los 71 y 77 cm.