Cuando un perro se muere y en general una mascota se va para siempre de nuestras vidas a descansar en paz detrás del arco iris donde las mascotas retozan, muchas veces en nuestro estado de tristeza queremos una canción que pueda resumir aquellos momentos vividos como para dedicársela a nuestro perro cuando este ha muerto.
Pues bien, en este momento difícil de la pérdida de un perro, hay ciertas canciones que pueden ayudarnos a calmar el dolor, una de estas canciones es Callejero de Alberto Cortéz, cuya letra detallo a continuación:
Era callejero por derecho propio, su filosofía de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros y sobre los otros no pasar jamás.
Aunque fue de todos nunca tuvo un dueño que condicionara su razón de ser, libre como el viento era nuestro perro, nuestro y de la calle que lo vio nacer.
Era un callejero con el sol a cuestas, fiel a su destino y a su parecer, sin tener horario para hacer la siesta y rendirle cuentas al amanecer.
Era nuestro perro y era la ternura que nos hace falta cada día más, era una metáfora de la aventura que en el diccionario no se puede hallar.
Era nuestro perro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad y era de los niños y del viejo Pablo a quien rescataba de su soledad.
Era un callejero y era el personaje de la puerta abierta en cualquier hogar, era en nuestro barrio como del paisaje, el sereno, el cura y todos los demás.
Era el callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se marchó, se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormido y ya no despertó.
Nos dejó el espacio como testamento, lleno de nostalgia, lleno de emoción, vaga su recuerdo por mis sentimientos para derramarlos en esta canción.
Si tienes o sabes de alguna canción que puedas dedicarle a un perro que ha pasado a mejor vida, deja tu comentario y tu recomendación.
Cómo superar la muerte de tu perro
Cuando un perro se ha convertido en una persona que termina siendo parte de tu familia y se va, el vacío que se siente es muy grande y no hay nada que pueda llegar a reemplazar ese dolor y todos esos momentos vividos.
Muchas veces puede parecer hasta un poco exagerado el sentimiento que genera la pérdida de un animal así, incluso hay personas que pueden llegar a avergonzarse por sus sentimientos.
La realidad es que cada uno vivimos la partida de nuestra mascota de manera diferente.
En primer lugar debes saber que de ningún modo puedes sentirte mal por lo que sientes, debes expresar tu dolor como sea, ya sea llorando gritando o como o sientas. Tienes que hacer un duelo, y ese duelo es sumamente importante pues se ha ido de tu lado la mascota con la que tantas cosas has compartido en este mundo.
Cerca del 10% de las personas que pierden a su mascota necesitan de asistencia psicológica con el fin de poder superar esa gran pérdida. 
El duelo de la perdida de una mascota suele ser cercano a los dos meses, por lo tanto, si tu duelo llega a durar más tiempo debes pedir asistencia de algún tipo para poder superarlo.
Generalmente quienes más lo sufren son los niños y las personas ancianas.
Es importante que realices un tipo de ceremonia de despedida en donde se pueda enterrar al perro y darle una ceremonia con el fin de calmar el dolor y hacer frente a la realidad, sobre todo si hay pequeños niños en el hogar y es la primera vez que se enfrentan a la muerte.
Otro sistema muy bueno es que puedas escribir una carta de despedida en donde te desahogues y le digas todo lo que piensas, le agradezcas por todo lo que t ha dado y por los años a tu lado.
Lo más difícil de todo serán las rutinas, con lo que es bueno que cortes con esos hábitos que hacías con tu perro cuanto antes. Al principio puedes salir a las mismas horas que los sacabas a pasear a dar una vuelta y ver paisajes y sonreír por los buenos recuerdos, pero no lo mantengas durante mucho tiempo, o al menos cambia el recorrido.
Un error muy común es adoptar un perro para sustituir a otro, no lo hagas mientras dure el duelo. Acepta la muerte de tu perro y después sí, adopta a quien tu quieras. 
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Video de la canción Callejero, para dedicársela a un perro que murió:
