Fotos de perros con leishmaniasis para saber si tiene la enfermedad

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La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria que se encuentra en partes de los trópicos, subtrópicos y el sur de Europa. La leishmaniasis es causada por la infección con parásitos Leishmania , que se transmiten por la picadura de flebótomos infectados. Hay varias formas diferentes de leishmaniasis en las personas. Las formas más comunes son la leishmaniasis cutánea , que provoca llagas en la piel, y la leishmaniasis visceral , que afecta a varios órganos internos (normalmente bazo, hígado y médula ósea).

Fotos de perros con leishmaniasis para saber si tiene la enfermedad

Tradicionalmente, la principal forma de transmisión es directamente del flebótomo al perro, aunque existen evidencias recientes que describen la transmisión vertical (de perras a cachorros) en perros y la transmisión horizontal a través del contacto sexual. En este contexto, se debe tener especial cuidado al viajar con un perro, ya sea de una zona endémica a una zona libre, o viceversa, ya que si no se toman medidas de prevención, los movimientos del animal pueden ayudar a propagar el parásito.

Síntomas de la leishmaniosis en perros

El período de incubación de la leishmaniosis canina puede variar entre 3 y 18 meses. Excepcionalmente, la enfermedad puede permanecer silenciosa durante varios años. Algunos perros son resistentes y, aunque sean picados por flebótomos parasitados, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre que estén bien alimentados y no estén sometidos a estrés. Esta resistencia probablemente está determinada genéticamente y puede causar el desarrollo de portadores asintomáticos del parásito (perros aparentemente sanos que infectan a los flebótomos cuando los pican y propagan la enfermedad). Por ello es conveniente realizar controles veterinarios anuales para determinar si el animal es portador del parásito.

La leishmaniosis canina es una enfermedad multisistémica con una gama muy variable de manifestaciones clínicas (que van desde lesiones cutáneas locales autolimitadas leves hasta enfermedades sistémicas mortales) y respuestas inmunitarias del huésped. Hay dos tipos de leishmaniosis en perros: visceral y cutánea. Cada tipo afecta diferentes áreas del cuerpo del perro. El primer síntoma clínico más común es la pérdida de cabello, especialmente alrededor de los ojos, las orejas y la nariz. A medida que avanza la enfermedad, el perro pierde peso.

Son frecuentes la linfadenomegalia y el crecimiento excesivo de las uñas (onicogrifosis), así como las heridas en la piel que no cicatrizan, especialmente en la cabeza y las patas en las zonas en las que el perro está en contacto con el suelo cuando está tumbado o sentado. También se pueden observar atrofia muscular, letargo, cojera o inflamación articular, epistaxis, hiperqueratosis nariz-digital, lesiones palpebrales o conjuntivales. Cuando la enfermedad se vuelve crónica, en muchos casos la enfermedad puede dar lugar a complicaciones relacionadas con la insuficiencia renal.

Prevención de la leihsmaniosis en perros

Dado que el vector principal es la mosca de la arena, es importante controlar y evitar estos insectos. Si el perro no recibe ningún tipo de protección, tiene un riesgo de hasta un 20% de infectarse. Este riesgo aumenta si el animal vive en zonas rurales y periurbanas, en regiones cálidas y cuando permanece fuera de casa al anochecer.

  • Es recomendable hacer controles veterinarios anuales al perro. Es muy importante saber si el perro vive o ha vivido en una zona endémica, si ha estado expuesto al vector, o si ha recibido tratamientos con efectos inmunosupresores colaterales. La anamnesis se completa con la descripción de los signos clínicos que el propietario ha observado en su perro y que pueden ser compatibles con leishmaniosis canina. Es recomendable realizar una prueba serológica específica después de la temporada de actividad del vector (mediados-finales de octubre).
  • Es recomendable aplicar periódicamente repelentes al perro (siempre siguiendo las indicaciones del veterinario), para protegerlo de las picaduras de mosquitos, como el uso de collares y pipetas antiparasitarias. El último avance tecnológico es un collar con una efectividad comprobada del 95% contra las picaduras de flebótomos. Del mismo modo, se pueden utilizar insecticidas de acción prolongada, pinturas insecticidas de contacto o mosquiteros en las áreas de descanso de los perros (es decir, perreras).

  • Es recomendable evitar que el perro duerma fuera de casa durante la noche, o en lugares donde sea más probable que sea picado por el vector.
  • Debido a la posibilidad de transmisión vertical de la enfermedad, se puede considerar la esterilización como medida profiláctica.
  • Es muy importante seguir en todo momento las medidas preventivas recomendadas (collares, pipetas, insecticidas) independientemente de que el animal esté enfermo y sintomático o no, para evitar la transmisión del parásito del perro a un nuevo flebótomo, que podría infectar a personas o animales.
  • Existe una vacuna disponible contra la leishmaniosis canina. Está indicado para la inmunización activa de perros a partir de los 6 meses de edad que hayan dado negativo en las pruebas diagnósticas frente a Leishmania . Reduce el riesgo de infección en el perro y la gravedad de los síntomas en caso de contacto posterior con el parásito. Consulte con su veterinario para conocer la disponibilidad y el grado de protección que brinda esta vacuna.

Diagnóstico de leishmaniosis en perros

Las pruebas serológicas son uno de los métodos de diagnóstico más utilizados. Cabe señalar que este tipo de enfoque no es un método confiable para detectar la enfermedad en etapas tempranas, ya que el nivel de anticuerpos puede ser muy bajo o la enfermedad puede estar en proceso de incubación. Hay algunas «pruebas en el sitio» que dan un resultado en solo 10 minutos. El veterinario tomará una pequeña muestra de sangre y el kit detectará si hay anticuerpos anti- Leishmania presentes. Suelen tener una buena eficacia, pero no son métodos fiables al 100%, ya que tampoco informan del estado de infección ni del número de protozoos presentes.

El examen parasitológico consiste en tomar una muestra de la médula ósea o tejido de los ganglios linfáticos y examinarlos al microscopio. Esta sería la muestra más fiable, pero su extracción es más complicada y requiere un equipo de laboratorio más completo.

Tratamiento de la leihsmaniosis en perros

La leishmaniosis es una enfermedad que provoca la muerte de la mayoría de los perros afectados si no reciben tratamiento y seguimiento sanitario posterior. Los tratamientos contra la Leishmania solo minimizan los síntomas y alargan la vida del animal, pero rara vez eliminan el parásito. Sin embargo, el tratamiento limita el riesgo de transmisión, mejorando la calidad de vida del animal. El tratamiento debe ser constante durante toda la vida del animal, requiriendo controles periódicos. En determinadas circunstancias puede recomendarse la eutanasia del animal.

Las estrategias de tratamiento varían según el área geográfica, la cepa de Leishmania y los síntomas que presenta el perro. Los fármacos utilizados en el tratamiento de la leishmaniosis son:

  • Antimoniato de meglumina (evita la multiplicación del parásito).
  • Otros fármacos son la Anfotericina B, la Pentamidina, la Aminosidina, la Miltefosina y el Alopurinol (altera el ARN del parásito).

Hasta la fecha, los fármacos más utilizados en Europa son el antimoniato de meglumina, con o sin alopurinol. Después de la resolución de los síntomas clínicos, el alopurinol se usa a menudo como terapia de mantenimiento, a menudo de por vida, ya que se ha demostrado que previene las recaídas.

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