Leishmaniosis y el cambio climático en España

Si te estás preguntando qué tiene que ver la leishmaniosis con el cambio climático en España, te vamos a contar cómo está influenciando los cambios de temperatura sobre la prevalencia de esta enfermedad parasitaria.

¿Qué es la leishmaniosis?

La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria que está considerada como grave, ya que en algunos casos puede llegar a ser mortal.

La leishmaniosis es endémica en 98 países de todo el mundo, entre los cuales se encuentra España. La palabra endémica quiere decir perteneciente pero, en este contexto, además se le añade la idea de que su presencia es constante en nuestro país, solo que hasta hace poco tenía mayor prevalencia en épocas concretas del año.

¿Cómo se produce la leishmaniosis?

El nombre de leishmaniosis proviene de Leishmania, que es el nombre del parásito que produce esta enfermedad. La propagación de la misma se produce a través de un insecto muy pequeño, muy parecido a un mosquito, que se llama flebotomo.

Un dato importante es que los seres humanos también pueden sufrir leishmaniosis. Ésta se produciría a través de la picadura de la hembra del insecto flebotomo, también conocida como la mosca de la arena. Eso sí, importantísimo, no la transmite directamente el perro al humano, si no que es que el mismo bichito que le pique a él te puede picar a ti. La OMS tiene catalogada la leishmaniosis dentro del grupo de Enfermedades Tropicales Desatendidas y, avisan, no todas las personas que reciben su picadura desarrollan la enfermedad, hay factores como la malnutrición o la respuesta inmunitaria individual que van a jugar un papel decisivo.

Algunos de los síntomas más frecuentes son la alopecia y la pérdida de peso, también puede aparecer apatía, fiebre, diarrea, pérdida de apetito, atrofia muscular, entre otros. En algunos casos también se pueden ver afectados órganos internos, como puede ser el riñón. O, en otros casos, es posible que no presente ningún síntomaAl igual que en los humanos, hay perros que pueden dar positivo en leishmaniosis y nunca cursar la enfermedad.

Cómo afecta el cambio climático a la leishmaniosis

Hace nada, la mayoría de los propietarios de perretes, solo se preocupaban de la leishmaniosis con la llegada de las altas temperaturas típicas de la primavera y el verano. Pero, desde hace unos años, la subida de temperaturas (ojo, que en España ya se ha producido un aumento del 0,3% cada década desde los años 60) ha hecho que la leishmaniosis ya no sea una preocupación estival, si no que la actividad de la mosca de arena esté más presente a lo largo del año

Si anteriores estudios señalaban que los flebotomos estaban presentes de mayo a septiembre, actuales estudios hablan de que están activos hasta diciembre. Por tanto, hablamos de una relación directa. A mayor tiempo activo de los flebotomos, mayor tiempo de transmisión de la leishmaniosis canina.

Además, no solo ha aumentado el tiempo de activación, también están presentes en zonas en las que antes no existían. Anteriormente, las provincias de la costa cantábrica no tenían que preocuparse por este insecto dado que tenían unas temperaturas más frescas. Actualmente, los profesionales señalan que la presencia del flebotomo ha aumentado considerablemente en zonas como Asturias o Cantabria.

Este hecho supone que la leishmaniosis canina se convierte en una preocupación anual, ya no solo estival.

¿Cómo prevenir la leishmaniosis canina?

Hay tratamiento y acciones que puedes llevar a cabo para minimizar el riesgo de que tu perro contraiga leishmaniosis. Me parece importante volver a señalar la palabra minimizar porque no siempre es posible una protección total.

  • Se suele asociar un mayor índice de actividad de este mosquito durante el atardecer y anochecer, por lo que sería importante evitar los paseos en esas horas y apostar por las primeras horas de la mañana, que suelen ser más fresquitas.
  • Evita que duerma en el exterior de la casa, ya que estará más expuesto.
  • Se suele recomendar la instalación de mosquiteras junto con la acción de repelentes para evitar su entrada.
  • Zonas húmedas y protegidas, como pueden ser las raíces de los árboles, los sótanos y los basureros es importante que las evite y que estén muy limpias. Estos insectos suelen instalarse en huecos y grietas, por lo que no son fáciles de ver.
  • Consulta con tu veterinario de confianza para que te recomiende qué precauciones puedes tomar, hay pipetas y collares repelentes que pueden ofrecerle una buena protección durante todo el año.
  • La vacunación no previene de la enfermedad si no que reduce el riesgo de la progresión de la misma, por lo que valora si es o no pertinente.

Por último, recordaros algo que ya sabéis todos, nada como unos hábitos saludables para tu perrete junto con una buena alimentación son la clave para que tenga un sistema inmunológico estupendo.

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