No os asustéis, no se trata de un ratón gigante o una especie de hámster que ha sido sobrealimentado, por diferentes tipos de piensos experimentales. Nos encontramos con una criatura que aunque sea de la misma familia que estos, roedores podría decirse que son más monos y más grandes, tanto como para poder jugar con ellos. Son los jerbos, pequeños y graciosos pero de los que sabemos muy poco sobre su vida, cómo son los jerbos, cómo se relacionan y que cuidados necesitan. Un pequeñín que te robará el corazón y el de tu familia.
Cómo son los jerbos
Estos roedores son unas criaturas muy activas, hasta el punto en que son saltadores. Sí, algunas especies de jerbos, están preparados para saltar, se lo permite su anatomía. Provienen de la zona septentrional de África y Asia y se han hecho muy populares debido a su docilidad y lo abiertos que son para recibir cariño. Debido a eso, cada vez son más las casas que tienen un jerbo como mascota.
Los jerbos o gerbos, son mamíferos roedores, perteneciente al género Meriones. Sus patas traseras están muy desarrolladas, mucho más que las delanteras, gracias a las cuales le permiten moverse con gran velocidad y agilidad. Las patas anteriores o delanteras tienen una función manipuladora, sirven para coger el alimento y escarbar.
El jerbo es originario de Asia, más específicamente son oriundos de Mongolia y China, su alimentación en estado salvaje está basado en semillas y plantas, aunque son animales omnívoros. Sus hábitos fundamentalmentes son nocturnos, manteniéndose por el día en su madriguera y salir por la noche para la alimentación. No obstante, si la temperatura lo permite, pueden también desarrollar su actividad de día.
Los jerbos son animales a los que les gusta vivir en comunidad, suelen formar grupos integrados por multitud de individuos.
Debido a su parecido con los Hámsters, es un animal que rápidamente se ha ganado el cariño primero de los más pequeños y después de los mayores. Pero vamos a ver las diferencias que a simple vista podemos apreciar.
Los jerbos no tienen abazones, que son esas bolsas tan características que sí poseen los Hámster y que le permiten almacenar la comida. En cuanto a la cola, la del Jerbo es bastante más larga que la del Hámseter y recubierta de pelo.
Por otro lado, el jerbo es de los roedores más inteligentes y tranquilos, la inteligencia de un jerbo se considera hasta 10 veces superior a la de una rata. Los jerbos son animales que pueden alternar sus periodos de actividad, es decir, un animalito con el que podemos jugar por el día, unos hábitos no muy usuales entre los roedores de pequeño tamaño.
Los jerbos son animales muy limpios y no desprenden olor, por lo que su limpieza se puede espaciar a 3 semanas e incluso a 1 mes. No son animales que requieran de cuidados especiales en cuanto a necesidades de habitabilidad.
Son cariñosos y no muerde, son animales nada agresivos a los que les gusta jugar con los humanos, sentirse queridos y cuidados, claro que eso también te demandará a tí, por lo que vamos a aprender cómo cuidarlo y atenderlo.
Cómo son los jerbos – Anatomía
De pequeño tamaño, pero lo suficiente como para superar a un ratón de campo. La longitud de su cuerpo está entre 15 y 20 centímetros de largo y su cola, larga, suele tener la misma longitud que su cuerpo. Nunca hay que cogerle de la cola, porque como las lagartijas, tienen esa cola para escapar de sus predadores. Aparte de que su recuperación es dolorosa, perderá la confianza en la casa.
Son realmente lindos, porque son más rechonchos que un hámster y posee los rasgos suaves de un ratón. Los incisivos que poseen son enormes y muy potentes. Pueden destruir cualquier objeto hecho de plástico, así que sus juguetes deberían ser de otro material. Sus ojos son redondearos y grandes y sus orejas, en cambio sus orejas pequeñitas.
Cómo son los jerbos – Comportamiento
Son amigables y pueden llegar a adiestrarse. Son seres sociales, así que aunque sea, adopta a dos, para que no se sientan solos. Es lo que ocurre como con los Agapornis.
Son muy activos, tanto de día como de noche, así que procura no tenerlos en el mismo cuarto donde duermes. Y si están dormidos, no les despiertes, perderán la confianza en ti.
Cómo son los jerbos – Alimentación
Suelen comer semillas, flores, raíces e insectos, de manera que si tienes uno en casa, puedes proporcionarles esos alimentos. Les gustan mucho, los gusanos de la harina y si no tienes, siempre puedes conseguir otro tipo de alimento vivo. En las tiendas de animales podemos encontrar alimentos balanceados y completos para nuestros pequeños amigos.
La alimentación para los jerbos de casa, galletas para perros, fruta y verdura, pero no se lo des todo a la vez o podrías provocarle una diarrea. Cuando le des de comer, si no se termina un alimento, no se lo dejes para que luego se lo coma, porque podría ocultarse y picotear de él, aunque esté en malas condiciones y le pondría enfermo.
Mantén siempre cerca un cuenco con agua fresca, para que pueda beber todo lo que quiera, sobre todo vigila que nunca les falte, más aún si estamos en temporada de mucho calor.
Cómo son los jerbos – Cuidados
Para tenerlos en casa se necesita una jaula bastante grande o, si te lo puedes permitir, un espacio en tu casa, dedicado a él, sería lo ideal. Coloca en el fondo arena para gatos, serrín, piedrecitas irregulares, ramas… simulando su entorno.
Una par de veces al mes, puedes limpiarle la jaula, para eliminar sus deposiciones, pero la limpieza general, con una vez al mes, está bien.
Cómo son los jerbos – Socialización
Los jerbos que podemos comprar, han sido criados en cautividad y además durante varias generaciones por lo que son animales totalmente sociales, acostumbrados a vivir con el ser humano, saben interactuar con éste y se dejan sin problemas manipular, ya que además no son agresivos.
Para socializar un jerbo, ésta debe comenzar lo antes posible, deberá estar familiarizado con todo lo que le rodea, para conseguirlo intenta manipularlo con movimientos suaves y lentos para evitarle episodios de estrés. Evita los ruidos fuertes, ya que podrás alterarle y ser contraproducente.
Pero como siempre recomendamos para socializar a cualquier animal, siempre en positivo, nada de enfadarnos con él, porque se ponga nervioso o nos ignore, dale su tiempo y verás que de cosas aprenderá.
La Salud del Jerbo
Tener como mascota un jerbo implica, por supuesto su cuidado y alimentación, pero sobre todo, velar por su salud para que se mantenga fuerte y sano. Para ello, debemos conocer los principales objetivos relacionados con la salud de los jerbos, que debemos cumplir.
Jerbo salud – Esterilización
Las ventajas de la esterilización son extensas, especialmente, porque no sólo no vamos a conseguir que traiga crías cuando no podemos mantenerlas, sino que ayudaremos mucho a que su salud mejore y además, lo preservaremos de muchos males.
- Disminuyen los riesgos de cáncer por tumores de mama o de próstata
- Evita infecciones en el aparato reproductor
- Bajan las infecciones en el tracto urinario
- En el caso de los machos se reduce su agresividad y territorialidad: se ahorra heridas
La esterilización es una operación bastante sencilla en donde de manera rápida y con anestesia, el roedor queda liberado de sus órganos reproductivos, ganando en salud y en vida. No te preocupes por la operación al realizarse con una anestesia total. Los efectos sobre los jerbos no son tan propensos a sufrir sus riesgos como en otras especies.
Jerbo salud – Desparasitación
Aunque nuestros jerbos estén siempre dentro de casa y no se acerquen a ninguna fuente que consideremos propenso a infecciones, no significa que los tengamos protegidos del todo. De una manera u otra, el contacto directo con un foco de infección no hace que se infecte más o menos, ya que resulta que los parásitos vienen más de alrededor suyo que por ellos mismos, incluso si lo buscan.
Puede haber varias formas de encontrarse con los parásitos.
- Que los traigamos nosotros mismos por haber tocado a otro animal que trae algún parásito
- Los traigamos pegados en los zapatos
- La verdura mal lavada
- Porque haya comido un producto animal infectado
- Alguna picadura de mosquito
Para ello, lo mejor que podemos hacer es protegerle, para prevenir que esas infecciones o parásitos lleguen a asentarse en nuestro jerbo. Debemos acudir a un veterinario que nos indicará cómo desparasitarlo y con qué producto, además de la dosis y tiempo que hay que dárselo. Todo depende de si es:
- Preventiva: eliminar parásitos no detectados y no permitir que se acerquen
- Tratamiento: cuando sospechamos que tiene parásitos y queremos eliminarlos.
Tenemos que estar muy atentos al comportamiento del jerbo, ya que los parásitos suelen hacer mucha mella en ellos: decaimiento, heces anormales, adelgazamiento…
De esta manera, si atendemos bien sus necesidades y sabemos cómo conseguir que su salud esté bien fuerte, conseguiremos que nuestro pequeño roedor esté con nosotros mucho tiempo.
Como véis, estas criaturas, aparte de que son curiosas y súper monas, son animales que son compatibles con la vida social de cada uno. Así que si quieres ser original y darle una oportunidad a un jerbo, para que sea tu compañero de vida, no lo dudes y adopta a uno.