Una de las enfermedades que más preocupación causa en una familia es la toxoplasmosis. Es mundialmente conocido que esta dolencia es causada por una bacteria que por lo general utiliza a los gatos como medio de incubación e infección. Esta enfermedad puede resultar de extrema gravedad ya que se contagia rápidamente a los humanos.
Por dicho motivo siempre es necesario tomar precauciones cuando en la casa hay un felino. Además hay que tener en cuenta que las mujeres embarazadas son muy susceptibles de transmitir la toxoplasmosis al bebé en su vientre, por lo cual hay que tener en cuenta diferentes parámetros que permitan evitar cualquier inconveniente.
La toxoplasmosis no necesariamente puede contagiarse de un gato. Puede darse tanto en los humanos como en los felinos por la ingesta de leches que no han sido pasteurizadas, carnes crudas o en descomposición o verduras que no se han higienizado correctamente antes de su consumo.
En el caso de los gatos, la bacteria que causa la toxoplasmosis deposita sus huevos en el intestino del animal. Por dicho motivo hay que ser muy precavidos al momento de lidiar con la materia fecal de la mascota. Además los huevos pueden sobrevivir en la arena de la caja del gato, así que es recomendable cambiarla cada uno o dos días.
Hay que tener en cuenta que no todos los gatos pueden transmitir toxoplasmosis. Algunos felinos son inmunes, y para evitarse cualquier duda lo mejor es llevar al felino al veterinario para que el especialista realice distintos estudios y análisis que permitan indicar si nuestra mascota es capaz de contagiarnos.
Por último, tengan en cuenta que si hay una mujer embarazada en la casa lo mejor es que nunca se ocupe de las actividades de higiene del gato. La limpieza del cajón de arena debe estar a cargo de otra persona, y siempre debe realizarse utilizando guantes descartables. Y recuerden lavarse bien las manos después de dicha tarea.
