Una de las enfermedades que más se dan en perros aunque no lo parezca es la de Filariosis Canina, caracterizada por la aparición de gusanos en el corazón del perro. Una enfermedad que debe ser tratada de inmediato para evitar mayores problemas y de la que os hablamos a continuación en este post dedicado a la Filariosis canina: Síntomas, tratamiento y prevención.
Filariosis canina
La filariosis sin más o Filariosis canina es una enfermedad parasitaria causada por gusanos redondos del género «dirofilaria» que se acumulan en el interior del perro.
Algunas especies de estos gusanos suelen vivir en el corazón del perro y pueden causar la muerte. La causa del porqué aparecen estos gusanos, se debe a que un organismo transfiere los gusanos redondos a otro a través de vectores; principalmente mosquitos y moscas negras.
¿Cómo puede un perro contraer Filariosis?
La forma más común por la que que un perro se infecta con filariosis es a través de una picadura de mosquito. Cuando un mosquito que muerde a un perro infectado absorbe la lombriz intestinal y luego se la pasa a un perro sano mediante otra picadura. El mosquito adquiere microfilarias de los organismos infectados que pica. Luego, dentro del cuerpo del mosquito, se convertirán en larvas.
Cuando las microfilarias en el mosquito se han convertido en larvas, se las pasa al perro donde continúan su ciclo de vida. La mayoría de las especies de «dirofilaria» son más comunes en las zonas tropicales, ya que aquí es donde hay una mayor población de mosquitos, pero eso no quita que en las ciudades también hayan mosquitos que porten estas larvas que al final pueden acabar en nuestro perro.
Muchos pueden pensar que este parásito es común solo en perros, pero también es posible que los gatos lo acaben teniendo. La diferencia es que, en el caso de un gato, la cantidad de parásitos no aumenta tanto como en los perros, y rara vez conduce a una condición crítica. Aunque el recuento de este parásito puede ser bajo en los gatos, en casos raros puede empeorar y provocar la muerte súbita de modo que el foco de la enfermedad se acaba poniendo siempre en la peligrosidad que la enfermedad si que supone para los perros.
El peligro de la Filariosis Canina
Una vez que el perro ha sido picado por el mosquito, y es infectado con larvas de la «dirofilaria» o «filaria» sin más, estas acaban desarrollándose del todo en el interior del perro, dirigiéndose además directamente al corazón de los perros. Este se convierte en el último lugar donde la «filaria» vivirá y donde continúan poniendo huevos. Los huevos son muy pequeños y fluyen en el torrente sanguíneo esperando ser absorbidos por otro mosquito.
La presencia de la «filaria» en el corazón del perro provoca además que el riego sanguíneo se obstaculice y de hecho hace que poco a poco el perro acabe en un auténtico riesgo de muerte si no es tratado a tiempo. Lo sorprendente es que una vez infectado, el perro puede acumular larvas y gusanos durante varios años hasta llegar a acumular el centenar y morir por paro cardíaco.
Especialmente cuando se vive en un área donde hay muchos mosquitos, la tasa de infección puede ser diferente, pero generalmente durante un verano sin el perro no tiene la vacuna contra la filaria, el 30-40% de los perros contraerá la enfermedad. Tres veranos sin la vacuna se convierte en un elevado porcentaje del 90-100%. En las ciudades más calurosas es mayor la presencia de mosquitos de modo que se eleva en estas el riesgo de que los perros padezcan la enfermedad.
Filariosis Canina: Síntomas
A pesar de que la filariosis canina es una enfermedad de sobras conocida en el mundo de la veterinaria, todavía se siguen observando con detalle los casos en los que se produce dado que pueden producirse nuevos síntomas si bien todos ellos no están todavía determinados.
De todos modos, podemos decir que los síntomas más comunes para la filariosis caninas serían:
- Tos como si el perro tuviera algo atrapado en su garganta.
- Respiración dificultosa.
- Sangre en la orina.
- Pérdida de apetito.
- Aparición de enfermedades cardíacas, hepáticas y renales.
Filariosis Canina: Tratamiento
Cada vez que notes en tu perro la presencia de alguno o algunos de los síntomas descritos anteriormente, debes llevar al perro al veterinario de inmediato . Él confirmará el diagnóstico a través de una serie de pruebas que incluyen pruebas de detección de microfilarias y serología del parásito del corazón. Lo que sigue es un examen físico completo, un análisis de orina, radiografías de tórax y evaluación del corazón.
El veterinario prescribirá medicamentos para deshacerse de los gusanos adultos y para eliminar las larvas. De todos modos, la mejor manera de prevenir la filariasis en perros es a través de la vacunación así que debes asegurarte siempre de estar al día de las vacunas de tu perro.
Filariosis canina: Prevención
Ya hemos mencionado de alguna manera el método de prevención clave ante la Filariosis Canina que será el que nuestro perro esté vacunado y que tenga su carnet de vacunas al día. De este modo no solo podremos evitar este tipo de enfermedades sino otras muchas que pueden padecer los perros.
Además si el perro ya está infectado, lo habitual es que nuestro veterinario nos recete algún antiparasitario oral para que se lo vayamos dando al perro ( una vez al mes) y de este modo vaya limpiando por dentro toda presencia de larvas y gusanos. Este medicamento puede recetarse también en pipetas.
Por otro lado, nosotros como dueños debemos estar atentos a todo lo que hace el perro en especial, cuando salimos de paseo con ellos. De este modo, nos daremos cuenta de si el perro ha estado corriendo o jugando por una zona en la que tal vez hay muchos mosquitos y estos han podido picarle. Tampoco es conveniente dejarlo suelto por zonas donde haya mucha agua acumulada (que siempre atrae la presencia de mosquitos) y evitar que nuestra mascota esté en contacto con otros perros infectados (si es que sabemos que el perro con el que juega o se relaciona ha contraído la enfermedad).
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